Soberana
No necesita gritar para hacerse notar.
Está hecha de lo esencial:
una base de soufflé de nuez,
un corazón de dulce de leche suave —una mezcla equilibrada entre repostero y clásico, con un toque sutil de licor Tía María—
y una corona blanca de crema aireada.
Clásica. Poderosa. Inolvidable.
Soberana, como las que conquistan en silencio.
La cantidad de tia maria que lleva es muy poca, pero si preferís sin alcohol solo debes aclararlo en las notas.
Soberana
No necesita gritar para hacerse notar.
Está hecha de lo esencial:
una base de soufflé de nuez,
un corazón de dulce de leche suave —una mezcla equilibrada entre repostero y clásico, con un toque sutil de licor Tía María—
y una corona blanca de crema aireada.
Clásica. Poderosa. Inolvidable.
Soberana, como las que conquistan en silencio.
La cantidad de tia maria que lleva es muy poca, pero si preferís sin alcohol solo debes aclararlo en las notas.