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Magdalenas de Naranja: Esponjosas y Deliciosas


Hola y bienvenidos de nuevo al blog! Hoy les traigo una receta clásica que nunca pasa de moda y es ideal para el desayuno, la merienda o como un pequeño mimo dulce en cualquier momento del día: Magdalenas de Naranja

Estas magdalenas tienen un sabor cítrico, gracias al jugo y la ralladura de naranja, que las hacen frescas y aromáticas. Además, quedan súper esponjosas gracias al método de batido que les enseño en el procedimiento.

Ya sea que las sirvas con un café, té, mate o los disfrutes solas, estas magdalenas son perfectas para compartir con la familia o guardar para darte un gustito casero cuando quieras.

Ingredientes

Procedimiento

  1. En un recipiente amplio, bate los huevos con el azúcar y la ralladura de naranja hasta alcanzar el punto letra (la mezcla debe quedar aireada y pálida).
  2. Reducir la velocidad de la batidora y agregue el aceite en forma de hilo. Luego, incorporar el jugo de naranja lentamente hasta que esté bien integrado.
  3. Tamiza la harina junto con el polvo de hornear y agrega a la mezcla en varias tandas. Mezclar suavemente con movimientos envolventes para no bajar el aire del batido.
  4. Cubrir el bowl con film y lleva la mezcla a la heladera por al menos 30 minutos. Este paso es opcional, pero hará que las magdalenas queden más esponjosas y sabrosas.
  5. Precalienta el horno a 180°C y coloca los pirotines en un molde para magdalenas. Llena cada pirotín hasta ¾ de su capacidad. Espolvorea un poco de azúcar en la superficie para un toque crocante.
  6. Hornea entre 20-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio al insertarlo en el centro.


Si no tienes tiempo, podés hornear las magdalenas inmediatamente después de preparar la mezcla, pero te aseguro que el tiempo de refrigeración hace la diferencia. Las magdalenas salen con una textura más esponjosa y un sabor que se potencia.

Espero que te animes a probar esta receta y la disfrutes tanto como yo. Si las preparas, no dudes en contarme cómo te salió o subir una foto. ¡Siempre es un placer leerlos!

Cariños, Sole.




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